Hay un vacío que existe en todos nosotros, que convive con todos nosotros, y que sin embargo los poetas jamás relataron. El transcurrir de los días grises en los que no pasa nada remarcable y aún así ocupan la mayor porción de tiempo de nuestras vidas. El tiempo que nos consume, a solas y a oscuras entre las cuatro paredes que elegimos o no para que nos sirvan de trinchera. El tedio de estar vivos. El engaño, los demonios que nos gritan agazapados en lo mas profundo de nuestra conciencia. La tristeza que desemboca inevitable tras sacarnos los mas de mil cuchillos en la espalda, los más de mil pedazos en los que quedó el corazon después de tantos destrozos.
Este proyecto es un intento de relato, el relato de las personas que sin otra opción tuvieron que aprender a vivir con la tristeza, con esa porción de conciencia que siempre intentamos embriagar con momentos fugaces, esperanzados de que así remita. Es una lucha decadente y desagradecida que solemos perder día si, día tambien, camuflada bajo la sonrisa de la rutina en la que se quedan los más simples.